Denise
Affonco relata en esta obra sus vivencias personales en Camboya durante la
dictadura comunista de los jemeres. La escritora revive estos dolorosos recuerdos
con el fin de que la comunidad internacional conozca el terrible genocidio que
se produjo en su país. A medida que avanza la narración, aumentan las muertes,
la tortura y el hambre. Finalmente, la protagonista consigue escapar del
tormento, dejando atrás a numerosos familiares asesinados.
El infierno de los jemeres rojos constituye uno de los más impactantes testimonios
acerca de las barbaridades que son capaces de cometer los hombres. La autora
hace literatura del horror y sobrecoge a los lectores con sus relatos acerca de
los sufrimientos que padeció mientras Pol Pot ostentó el poder. Jamás tantas
lágrimas, tantos miedos, tanta desdicha y tanto dolor se traspasaron de esa
manera al papel. Cabe la posibilidad de que la lectura de este libro suponga
una dura prueba para ese hombre occidental que, acomodado en su sofá, se
refugia en la ignorancia con el fin de negar la realidad. Y no albergo duda
alguna de que, cuando ese hombre finalice el libro, sus lágrimas no serán
provocadas por el espanto o la pena, sino por sus reparos de conciencia. Aun
con todo eso, recomiendo encarecidamente la lectura del infierno de los jemeres rojos, que servirá para adquirir conocimiento
de lo grande que es el mundo.
El
estilo resulta algo simple, pero precisamente en esta aparente carencia reside
la fuerza emocional de la historia. Y es que, el modo en el que Denisse Affonco
plasma las desgracias y torturas de aquellos años, con sencillez y sobriedad,
tal y como si estuviera comentando el tiempo de la semana pasada, conmueve al
corazón más insensible. El infierno de
los jemeres rojos destaca por su amenidad, sin suponer ningún reto para los
lectores experimentados. Además, la narración se sucede de forma lineal,
facilitando de ese modo la comprensión de los hechos.
Tiene buena pinta. Lo leeremos. Gracias por tu recomendación.
ResponderEliminarDe nada. Seguiré subiendo reseñas.
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